Siempre eres tú

Siempre eres tú

«A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y de pronto, toda nuestra vida se concentra en un instante“ – Oscar Wilde

Según Punset, nuestro cerebro no busca la verdad.

Y en realidad esta teoría marca nuestras vidas desde el principio de las mismas.

Nuestro cerebro está programado “para no sufrir”, y lejos de ser algo negativo, en realidad, lo que hace la mayoría de las veces es mantenernos vivos.

Siempre buscará el camino mas fácil, el que menos riesgo tiene y la mayoria de veces, nos evitara el dolor y el riesgo.

Pero el peaje a pagar por su función es que también nos convencerá de evitar los cambios y todo aquello que nos suponga “salir” de nuestra zona cómoda.

Ya desde muy pequeños, en nuestro camino al aprendizaje de la mano de nuestros mayores, abonamos dicha función, basándonos en lo que nos dicen y enseñan.

Así, cuando un niño se cae o se da un golpe, nuestros cuidadores, en un afán de “no culpabilizar”, y presas de un gesto inocente, acusarán, reñirán o incluso “castigarán” a la mesa, la silla o el bordillo, causante de nuestra caída para evitar cualquier sentimiento de responsabilidad por nuestra parte, y a partir de ese momento aprendemos que los culpables jamás somos nosotros, y nuestro cerebro, lo grabará a fuego!

Y así va ocurriendo en el inevitable camino hacia el crecimiento de nuestro desarrollo, adoptando tintes de excusa permanente algunas veces.

Así, la tendencia siempre será, acusar a la mala suerte, al destino, o al entorno de cualquier cosa que no salga como pensamos o deseábamos, ayudados por un cerebro que constantemente trabaja para facilitarnos la vida, cuya misión es “rellenar información” para darnos el resultado esperado, basándose en la información recibida en muchos años, y desde muy pequeños.

Y si buscamos siempre responsabilidad fuera de nuestro “círculo de influencia”, es decir nosotros haremos lo mismo cuando hagamos las cosas bien, cuando demos un gran paso o crezcamos.

Él, nuestro cerebro, nos dirá muchas veces que ha sido gracias a este o gracias a aquel, que demos gracias de habernos encontrado en nuestro camino, con ese ser inspirador que nos ha marcado un camino.

La realidad es mas dura y, a la vez, más “retadora”.

Nosotros somos los artífices de todo.

Nosotros crecemos, evolucionamos o mejoramos.

Nada, ni nadie, nos puede dar lo que ya llevamos dentro, que es la necesidad de crecer, de evolucionar.

En realidad, tenemos todas las armas para llegar más lejos, para avanzar continuamente.

Somos fuertes, los más fuertes, y nadie, absolutamente nadie, nos dirá qué nos puede hacer más felices, porque la felicidad no es un estado, es una actitud de la mente, y la actitud está en nosotros!

Si crees que son los demás los que te producen algún cambio, sin los demás, volverás a tu zona comoda.

Puedes encontrar gente inspiradora, porque existe, pero sólo te hacen ver, lo que tu ya sabias, ¡y querías!

Si entiendes que TÚ eres el que produce tus estados, tu vida cambia, y por lo tanto, todo cambia y te haces muy poderoso.

TÚ eres un Dios para ti mismo, y ello te convierte en responsable, y cada paso adelante que haces, eres más fuerte.

“Los hombres olvidan siempre que la Felicidad, es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias“ – Jhon Locke

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