Con la vista en el horizonte

Alguien dijo ” La utopia, es como el horizonte, nunca se alcanza, pero te hace caminar”
El ser humano, en su constante caminar, y en su propia obsesión, de “no caer “, transita mirando al suelo, intentando evitar obstáculos.
Miramos al horizonte, sí, pero solo en momentos de relax, de ensoñación, como el niño que mira a través de un escaparate, pero al que asume que no puede acceder.
Pero, una vez “vivido el momento”, nos ponemos en pie, le damos la espalda, y seguimos el rutinario camino sin destino, con la vista fija en lo más cercano, acuciados por el miedo de “no tropezar”, de no caernos.
Incapaces de levantar la vista, presos de la prisa, nos acercamos a nuestro rutinario destino, mientras nos alejamos de nuestro evocador deseo.
Es curioso, pero el ser humano, contradictorio en sí mismo, sueña en lo que quiere, en los momentos en que se detiene, pero se desvía del mismo, en cuanto da el primer paso.
Quizás, es todo más fácil.
Tan solo se trata de unir el camino, con objetivo, enfocándolo al destino.
Pisando fuerte, mirando al frente y sin miedo al tropiezo.
En definitiva……..
“Con la vista en el horizonte “